“Aliento”: descarnada mirada a la vejez

La esperanza de vida de chilenos y chilenas es cada vez mayor. La tercera edad se alarga a cuarta, y ya no es inusual ver nonagenarios en perfecto estado de lucidez. El 17 de octubre del año pasado debutó en GAM “Aliento”, mirada de la dramaturga Elisa Zuleta y el director Álvaro Viguera a este tema a través de Lupe, una cansada mujer de 92 años que no quiere seguir viviendo, interpretada por Delfina Guzmán. Luego de dos funciones debió suspender su temporada y ahora volvió, afortunadamente, hasta el 8 de noviembre en formato audiovisual.

El texto recoge una carta que Lupe escribe a su hija, donde repasa su vida, su relación con la maternidad, con el amor y con las circunstancias que le tocó vivir. Además, le pide ayuda: quiere terminar con su vida. “Retirarse”, como dice eufemísticamente. El tono tiene toques de humor, ya que la protagonista relata con distancia circunstancias tan desoladoras como que nunca decidió sobre su vida y solo cumplió con lo que se esperaba de ella. Se casó, no disfrutó del matrimonio ni del sexo, tuvo una hija a la que tampoco supo tener cerca. “Nunca te dije nada”, escribe a la hija a quien no pudo amamantar, como tampoco antes pudieron su madre ni su abuela.

A través de sus palabras Lupe trasluce pertenecer a una generación donde a la mayoría de las mujeres de su condición social se las preparaba para casarse, había muchos temas tabú (sexo, felicidad, vocación) y el deber ser (una señorita primero, y luego una señora) era lo más importante.

Es cierto, no se habla de la vejez pobre y carente, pero ese es otra preocupación. La vida de los adultos mayores que tienen recursos es igualmente desoladora, porque la sociedad en que vivimos no está preparada para acogerlos. La vejez, como concepto, no es un valor sino un sinónimo de decrepitud, fealdad y enfermedad.

Demás está decir que Delfina Guzmán es la actriz perfecta para interpretar a Lupe. Tienen la misma edad y se ubican en el mismo lugar, pero todos sabemos que Delfina se reveló contra las imposiciones sociales pagando un alto costo en varias oportunidades. Entonces sabe de qué habla, ella pudo -perfectamente- ser una Lupe.

La cámara combina un lenguaje cinematográfico (primeros planos, paneos, seguimiento del personaje por la casa) con la teatralidad filmada de Lupe escribiendo y recordando al mismo tiempo. Lo cinematográfico permite estremecedores acercamientos al rostro de la protagonista: sin maquillaje, despeinada, con los ojos fijos en el vacío, con días y noches que se demoran mucho en pasar.
Las inserciones la muestran acostada con los ojos abiertos, caminando por su departamento sin destino o mirando la nada; metáforas de una existencia solitaria, sin ocupaciones y con un enorme sentimiento de inutilidad que se une al cuerpo que se desmorona.

“Aliento” es una realización sin baches, capaz de captar y transmitir el drama de la vejez en sociedades como las nuestras, donde se exalta la juventud como si fuera un dios pagano. También da cuenta de lo mal preparados que estamos para el deterioro y la decrepitud, lo que se nota en una desperada lucha contra el paso del tiempo. “Aliento” destila belleza, de esa dolorosa, que lleva a la reflexión y remueve fibras que no quisiéramos tocar. La dupla Zulueta-Viguera consigue que la pequeña historia de una anciana, que no hizo nada en su vida que valga la pena -según ella misma- se transforme en un discurso existencialista de alguien que, por una vez, quiere decidir.

Ficha artística
Dramaturgia: Elisa Zulueta
Guión y dirección: Álvaro Viguera
Elenco: Delfina Guzmán
Cámara/dirección de fotografía: Rodrigo Lisboa
Montaje: Camilo Campi
Música original: Camilo Salinas
Co-producción: La Santa / GAM.

Coordenadas
9 oct al 8 nov 2020
Viernes y sábado 21.30 horas, domingo 20.30 h (excepto do 25 oct)
$3.000, duración 35 minutos
Recomendación 18+ años