Stgo a Mil: “El Lago de los Cisnes” releído en clave Africana

Atreverse a releer “El Lago de los Cisnes”, no es algo menor. Esta pieza, considerada una de los más representadas en el mundo, está en el imaginario colectivo inclusive para los no aficionados al ballet. La dualidad Odette-Odile, las doncellas cisnes, el perfil de héroe trágico de Sigfrido y la hermosa música de Tchaikovsky están marcadas a fuego en la cultura occidental. Por eso sorprende que una joven sudafricana se haya fascinado con el clásico a tal punto de revisarlo desde su cultura, bailarlo a pie descalzo y mezclar los movimientos del ballet con el contemporáneo y los bailes africanos.
Se trata de Dada Masilo (33), quien hace ocho años estrenó su particular versión para “El Lago de los Cisnes” y desde entonces no ha parado de recorrer el mundo mostrándola. Interpretada por 17 bailarines y bailarinas negros, que usan tutús, pantalones blancos y plumas en la cabeza, su creación recoge temas propios de su cultura para fundirlos con el cuento tradicional. En enero llegará al Festival Santiago a Mil, donde se presentará en el Teatro Municipal de Las Condes los días 18, 19 y 20 de enero de 2019.
Dada tenía 11 años cuando partió sus clases de danza. “Lago…” fue el primer ballet que vio y quedó, como ella dice, “completamente enamorada”. Entonces se juró que algún día lo bailaría, pero a su manera. A los 17 años se graduó de la Johannesburg’s National School of the Arts, y luego entrenó en el Cape Town’s Jazzart Dance Theatre. Después fue aceptada en el Performing Arts Research and Training Studios en Bruselas, donde estudió por dos años, volviendo a Sudáfrica en 2006.
Nunca olvidó la historia de los cisnes encantado. A tal punto que en 2010 estrenó su “Swan Lake” de 60 minutos, luego de haber creado un solo (de 6 minutos) y la versión corta que llamó “Duck Lake” (30 minutos).

La artista no solo trabaja desde la danza africana, sino que además recoge rituales fundamentales de su cultura como el Lobola, dote que entrega el hombre al casarse a la familia de la novia. Además de poner en jaque la homofobia de su país. “Elegí jugar con la narrativa, así que en lugar de que el Príncipe Sigfrido tenga un dilema con respecto a enamorarse de un cisne, él es gay y no está enamorado de la mujer cisne que ha sido elegida por sus padres”, cuenta Dada.

Dada Masilo’s ‘Swan Lake’ as previewed at the Dance Factory in Newtown, Johannesburg.
Photograph : John Hogg.

La trama de su obra relata como los muy ambiciosos padres del Príncipe Sigfrido eligen como su esposa a Odette. Los padres ignoran que él está enamorado de un cisne macho, Odile (único personaje que usa zapatillas de punta), quien aparece en la boda y reclama a su amante. Entonces, Sigfrido tiene que elegir entre Odette y Odile.
Dada no tiene miedo de tomar partes del original: Tchaikovsky se combina con Steve Reich, Rene Avenant, Camille Saint-Saens y su favorito de todos los tiempos, Arvo Part. A nivel de movimiento, el baile propio de su tierra convive libremente con fragmentos de la coreografía de Petipa-Ivanov, además de momentos de estilo contemporáneo. “Su lenguaje de danza, interpretado por un excelente elenco, se siente natural y expresivo: pies puntiagudos y sellados; brazos graciosamente curvados; las nalgas florecían como plumas de la cola, bailes “de corte” acompañados por silbidos estridentes”, escribió Judith Mackrell, crítica de The Guardian, en 2014.
Pero los bailarines también cantan y hablan (en inglés, xhosa y zulú) en escena. Explica la coreógrafa: “Quería hacerlo realidad, no una fantasía como en el ballet clásico. Cantamos en las escenas de Lobola y Boda, que es como sucede en las celebraciones tradicionales africanas. También hay muchos grito y ululación (vocalizaciones). Este ‘ruido’ se toma directamente de nuestra cultura”
Para ella, el objetivo de su “Lago…” es claro: “Se trata de fusionar las diferentes culturas, no solo las diferentes estéticas”.
“Es fácil reducir Lago… a un conjunto de opuestos diamétricos, y es muy fácil para cierto tipo de coreógrafos reinterpretar el ballet de acuerdo con sus propias agendas. Pero la nueva versión de Dada Masilo se distingue de muchas otras, no solo por el estilo fresco y acelerado que surge al sumarle danza africana, teatro cómico y carnaval, sino por su ingenio y seriedad en el manejo de los temas del ballet original”, concluye Mackrell en su crítica.
Y Brian Seibert, de The New York Times, destacó en 2016 que “el pas de deux entre Sigfrido y Odile tiene la conmovedora belleza de un amor imposible”.
Su última entrega es “Giselle”, estrenada en el National Arts Festival 2017. En esta versión, la protagonista muere muere de un ataque al corazón, pero todavía se levanta y busca vengarse de su amante, a quien finalmente mata. En esta pieza, Dada habla desde el feminismo, con la música de Philip Miller y los elogios han sido unánimes. Como señala Theresa Ruth Howard, de Dance Magazine: “La Giselle de Masilo no solo es radical, sino también oportuna. Es audaz, descarada, sin disculpas y absolutamente cautivadora. Ha quitado el polvo y ha creado nuevos personajes inyectando una nueva cultura, un poco de humor y algo de altanería”.

Coordenadas
Teatro Municipal de Las Condes
18 y 19 de enero, 20:00 horas
20 de enero 16 horas
Entradas $16.000 a $35.000