“Space Invaders” o la marca de crecer en dictadura

Space Invaders es el primer juego matamarcianos que se conoció globalmente, y sirvió como telón de fondo para niños y adolescentes que crecieron en dictadura. Lo jugaba mi hermano con sus amigos, mis amigas y las amigas de ellas. Yo prefería leer, pero ahí estaba el jueguito siempre, con sus alienígenas verdes y sus instrucciones. Precisamente como ese juego se titula el libro que Nona Fernández publicó en 2014, y de la misma manera se llama la obra de teatro que está en cartelera en el Teatro UC hasta el 14 de mayo. Una pieza que explora en lo que significa crecer en dictadura y darse cuenta de los que sucede alrededor, con el toque de nostalgia justo que vuelve agridulce los recuerdos.
En escena, cuatro mujeres recién en los cincuenta y excompañeras de curso se reúnen en sueños. Se trata de Fuenzalida (Nona Fernández), Maldonado (Carmina Riego), Zúñiga (Roxana Campos) y Riquelme (Francisca Márquez). Usan uniforme y, guiadas por el juego de marcianos Space Invaders, se sumergen en quienes eran ellas en los años 70 y 80: niñas y luego adolescentes que tenían que cantar el himno nacional en el acto cívico de los lunes, representar el combate naval de Iquique, guardar distancia y admirar a los héroes de la Concepción. Niñas y luego adolescentes que empiezan a despertar, que preguntan qué es política y cuya conciencia les susurra que algo no está bien.
A las cuatro protagonistas las une Estrella González, una compañerita que proviene de una familia distinta a la de todas y que las conectará con la parte más oscura de lo que vivía el país en ese momento. Estrella es mucho más que un recuerdo, es una clave, un signo, un eslabón con el lado B de su vida de niñas.
Y de pronto, en medio de inocentes descubrimientos y temores, la adolescencia llega de la mano de la muerte, de los asesinatos a manos de las fuerzas gubernamentales. El mundo conocido se vuelve, entonces, caótico e inasible para todas.
El director, Marcelo Leonart, consigue dar forma a una puesta en escena lúdica y no clasificable, que da cuenta del estado ensoñado en que están imbuidos los personajes. Hay mucha verdad, mucha emoción, pero también hay un velo que distancia la acción de la realidad “despierta”. El espacio sonoro, de Miguel Miranda, permite lo que onírico resuene, que se haga presente con una especie de reberberancia emotiva capaz de proyectarse desde el escenario.
La escena está casi vacía, salvo por un televisor viejo, dos micrófonos con atriles y los marcianos verdes de fondo. Las actrices son las encargadas de llenar el espacio, de dibujarlo y darle dimensiones nuevas.
El elenco es perfecto. Las actrices pertenecen a la generación del space invaders, saben -en su cabeza y en sus cuerpos- de lo que están hablando, además de ser talentosas intérpretes. Carmina, Nona y Roxana formaron parte, además, del elenco de “Liceo de niñas”, obra que en 2015 tocó el tema de lo que significa crecer en dictadura y que se conecta desde ese lugar con esta nueva entrega.
“Space Invaders” retoma temas como la memoria, la identidad, la marca de la dictadura en los que crecimos mirando fotos de Pinochet con lentes oscuros. ¿Será todo tan fácil como crecer? ¿Cumplir años y listo? ¿Se olvida realmente?
Nona Fernández plantea que parece que no olvidamos, que los cuerpos quedan impregnados, así como los sueños y algunos lugares del más profundo inconsciente, que compartimos con otros y otras en una especie de magma que nos une y define.
“Space Invaders” es historia, memoria e identidad, pero también es niñez, adolescencia e inocencia. Una puesta fuertemente emotiva, que toca lugares dormidos de los espectadores y que se pasa volando.

Coordenadas
Hasta el 14 de mayo, miércoles a sábado, a las 20.30 horas.
Entradas en boletería del teatro (miércoles a sábado, de 15 a 20 horas) y Ticketplus https://ticketplus.cl/events/space-invaders
Más información teatrouc.cl