“Antípodas”, obra de flamenco contemporáneo creada e interpretada por las hermanas mellizas chilenas Florencia Oz y Isidora O´Ryan, debutó en Santiago en una única función en el Teatro Nescafé de las Artes, inicio de una breve gira que considera Talca y Concepción. Muy poco para los méritos de la pieza, que es tan actual (conceptual, deconstruida y performática) como esencialmente flamenca, con ese ritmo que emana del interior de las danzantes que inevitablemente remite a esa mestiza expresión artística nacida en el sur de España.
Se trata de un viaje al enfrentamiento de dos mujeres, mellizas, que con diversas materialidades juegan con el efecto espejo y la idea del doble (doppelganger). Es en esta búsqueda, de la una en la otra y viceversa, que Florencia/bailaora e Isidora/chelista usan el flamenco desde la pulsión interna, no desde la forma, para conseguir un diálogo que mueve la puesta en escena.
Ellas están siempre sutilmente conectadas: a través de la mirada, de sus cuerpos que conversan fluidamente, de la energía que proyectan y de algo indefinible que en la danza se da, o no.
Minimalista y despojada, “Antípodas” está lejos de esa estética tradicional de las faldas con volantes, los aretes y las mantillas. Nada de eso hay en escena. Las intérpretes lucen un vestuario en tonos de beige, diseñado por la misma Florencia Oz, que combina anchos pantalones con largas y flotantes camisolas. El único instrumento musical es el chelo, cuya sonoridad es complementada con percusión en vivo y grabada.
Isidora, además de ejecutar el instrumento, canta. Con una voz delicada, de matices dulcemente agudos interpreta extractos de “Se juntan dos palomitas”, de Violeta Parra, y de “Plumita”, su propia creación.
Lo que hay, y mucha, es danza. Virtuosos taconeos, giros y variaciones flamencas, a cargo de Florencia; además de referencias a la danza contemporánea, la danza teatro de Pina Bausch e incluso al butoh, en los dúos entre ambas hermanas.
Durante la pieza semejan aves, muñecas y, con sus faldones de papel Kraft, recuerdan antiguas pinturas femeninas.
Florencia Oz muestra que es dúctil bailarina y excelente bailaora, por eso el público la ovacionó cuando -en el último tercio de la obra- en taconeados solos se lució en rapidez y bellas líneas de torso y brazos.
La idea original de “Antípodas” es de Florencia Oz y David Coria (destacado bailaor en cuya compañía baila Florencia), la dirección es de él, y la coreografía de ella. El conjunto es una pieza de flamenco actual que combina danza, música y poesía visual. La obra muestra, y demuestra, la universalidad del flamenco, que funciona como herramienta expresiva en diferentes culturas y referentes. Así, en un momento hay ritmo de cueca, que conviene con las bulerías, la seguiriya, la guajira y los fandangos. Fundamental es “Doppelgänger”, de Schubert, adaptada al chelo por Isidora.
El flamenco de Florencia e Isidora es esencial, profundo y no tiene nada que ver con estereotipos, moviéndose en el espacio que habitan otros señeros artistas como Israel Galván y Rocío Molina.
“Antípodas”, programada en la VIII Bienal de Sevilla (2022), puede ser recibida tanto por el público lego en flamenco como por el habituado a él, ya que hablamos de un espectáculo poético con una delicada construcción estética, capaz de remecer a diversas interioridades.
Ficha artística
Idea original: Florencia Oz y David Coria// Dirección: David Coria//Coreografía: Florencia Oz// Música e interpretación: Isidora O´Ryan// Colaboración coreográfica: Eduardo Martínez y David Coria. Diseño de iluminación: Olga García//Sonido: Ángel Olalla//Mezcla y master: Vicente Yáñez//Diseño de vestuario: Florencia Oz//Realización de vestuario: “Carmelilla”//Producción: Cultura Violeta y La Academia Santiago