Leyla Selman es una dramaturga penquista, de relevante presencia en la escena chilena y “Rómpeme”, en el Teatro del Puente hasta el 4 de junio, es un ejemplo más de la diversidad de su pluma. Parte de la antología “El pájaro de Chile y otra gente posible”, la pieza es un crudo monólogo protagonizado por Antonia, adolescente que evidencia el abandono que sufre de parte de la sociedad adulta: su madre, su padre y las redes de contención que deberían estar pero no se hacen presentes. 
La puesta en escena, de Jaime Leiva, talentoso e imprescindible actor – “Mano de obra”, “El nudo”, “El Dylan”, “Ivanov” por mencionar algunos títulos-, enriquece la dramaturgia al corporizar a Victoria, mejor amiga de Antonia, su interlocutora y principal soporte afectivo, solo mencionada en el texto original.
Pero no solo eso incluye la propuesta del intérprete en su primera vez como director (antes solo había participado de direcciones conjuntas), también se trata de una exploración en un falso docuteatro y una desacralizadora declaración de principios que pretende insuflar sangre nueva a la expresión escénica, a través de dos jóvenes actrices: Antonia Muñoz, estudiante de primer año de teatro en la U.C, y Victoria Zúñiga, actriz amateur de larga trayectoria pese a su corta edad.
Ambas chicas -que usan sus mismos nombres en la ficción- se instalan en un escenario despojado y con una especie de pizarra al fondo, que ellas mismas preparan ante los ojos de la audiencia. El ambiente es oscuro (fondo, piso y vestuario son negros) y se utilizan recursos usuales del docuteatro, como la retroproyectora.
La pieza es la representación de una bitácora de vida realizada por Antonia, dada como tarea por la profesora de lenguaje. La joven la titula “Rómpeme”, como una manera subversiva de enfrentar la adultocracia.
Diversos temas se relevan. El abandono de los adultos, que viven su vida y no se preocupan de la fragilidad de niños y adolescentes; la sexualidad sin orientación, que lleva a Victoria a tener sexo con el chico que le gusta a Antonia, y a esta a vender su virginidad; la falta de soporte emocional y de empatía de la familia. También se muestra la crueldad de los adolescentes, el bullying, el riesgo de poner la intimidad en manos de otro/a. 
En cuanto a problemáticas, se echa de menos la presencia de las RR.SS, tan gravitantes en las generaciones actuales al punto de causar traumas, depresiones y suicidios. Antonia y Victoria viven el acoso de sus pares a la antigua, lo que hace sentido a las generaciones más grandes.
La propuesta de Jaime Leiva es rítmica -en lo formal y en lo emocional-, mezcla materialidades de diversas texturas y juega a romper lo ya construido con asertividad. Solo podrían reducirse los paseos por el escenario para buscar objetos (como los trapos con que las actrices escriben en la pizarra), que por momentos dificultan la fluidez del torrente narrativo, textual y sensorial.
Leiva se revela como un director de visión amplia, que tanto apuesta por la construcción de un universo escénico plural como consigue que las intérpretes recorran diversos registros, modulándolas con delicadeza.
Antonia Muñoz es una protagonista de gran fuerza. Intensa, punk y delicada a la vez, autosuficiente y carente al mismo tiempo, posee una presencia escénica de gran tonelaje. A su lado, Victoria Zúñiga ofrece la réplica necesaria con desparpajo y oportunidad; solo su voz tiene un timbre algo metálico, en algunas frases.
El resultado de “Rómpeme” es una experiencia energética, vital y remecedora, que permite sentir esa vulnerabilidad adolescente que va de la mano de la creatividad y el asombro. La primera dirección de Jaime Leiva crea un mundo que corresponde a la interioridad de las protagonista en su mixtura e intensidad, con gran sentido del juego dramático. Un debut que la audiencia disfruta.
fotos Franco Galarce
Coordenadas
Del 19 de mayo al 4 de Junio – 20 Hrs / Teatro del Puente
Entradas en: http://www.teatrodelpuente.cl/
IG y FB: @teatrodelpuente