Con su elenco y equipo original de hace dos décadas, se remonta el 22 de septiembre en Espacio Vitrina, la obra de danza “Tótem: Concierto Corporal Electroacústico”, un patrimonio coreográfico que mezcla la danza y la música en una experiencia ritual sensorial, donde la sonoridad y la corporalidad se vinculan en una puesta en escena. Catalogada en su momento como un montaje vanguardista, la obra nace en 2003, gracias al trabajo de investigación escénico de los bailarines Exequiel Gómez y Daniela Marini, y del músico José Miguel Candela, creando la primera coreografía en Chile con sistemas tecnológicos.
“No era nuestro afán ser los primerizos, solamente seguíamos nuestra pulsión de saber y de querer indagar. Ocupamos un elemento fundamental de la danza y un elemento fundamental de la música. Nos preguntamos cuál era el medio de propagación, y el espacio fue nuestro medio de propagación”, relata Exequel Gómez, director e intérprete de la obra.
La premisa de “Tótem” se basa en el movimiento que genera el sonido y el sonido que produce movimiento, mediante sensores que reaccionan a la luz y a la sombra. En una puesta en escena innovadora, la música retumba cada vez que los intérpretes impiden que la luz llegue a los sensores. Los sonidos son procesados en vivo a través de un computador que produce una infinidad de melodías. Esta dualidad es lo que convierte al montaje en un concierto corporal, en un vaivén entre música y movimiento, también en un rito ancestral.
“Cuando tú haces una obra, generalmente, hay un audio atrás. Como intérprete, bailas encima de un audio pregrabado y respondes a eso que está predeterminado. En cambio, aquí se empieza a concebir la sonoridad como una situación de tiempo real, donde el bailarín está condicionado a la temporalidad de lo que está sonando, generando un mundo sonoro que tiene que ver con bailar en tiempo real y con sonar en tiempo real”, agrega Gómez.
“Tótem” es una obra planteada desde lo binario. Binario en torno al lenguaje informático, en torno al dúo de interpretes, en torno a la luz y la sombra, y en torno a la danza y el sonido. Una obra víctima del tiempo pero también a la que no le pesa el tiempo que ha pasado. Un desafío para los intérpretes al reencontrarse con nuevas corporalidades después de veinte años, un viaje a la contemplación de un ritual cíclico primitivo, una cita que retoma y explora las tecnologías de ese tiempo y una invitación a hacerse las preguntas que te hacías hace dos décadas y que hoy te las sigues haciendo bajo otra mirada. “Tótem” es un antes y un después.
“Estamos siendo castrados”
El remontaje de “Tótem: Concierto Corporal Electroacústico” se realiza gracias al financiamiento de los Fondos de Cultura del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio (Mincap), tras ser la única obra de danza seleccionada a nivel nacional en la línea “Remontajes escénicos” del Fondo de las Artes Escénicas.
Más que un logro para el equipo de “Tótem”, ser el único proyecto de danza seleccionado entre todos los otros proyectos teatrales que fueron elegidos, es más bien una preocupación. “Estamos siendo castrados y pareciera que los trabajadores de la danza siempre estamos destinados a un lugar secundario”, lamenta Exequiel Gómez, quien cuestiona las políticas culturales que se ejecutan en Chile.
“No se imaginan la cantidad de bailarines que existen, la cantidad de compañías de danza que hay y la cantidad de obras buenísimas que están en escena. No es por victimizarse, pero pareciera ser una decisión desde las políticas culturales dejar de lado a la danza. Los fondos dicen danza, porque tienen que decir danza, pero a la hora de seleccionar proyectos, seleccionan solo uno”, critica.
El director, intérprete y académico de la UMCE siente que la danza está perdiendo vocerías y representación en el medio cultural. “La danza tiene que rebelarse. Impulsar políticas para que la gente pueda entender que tiene acceso a ella, que todes podemos ser público de una obra de danza y que independiente de nuestras corporalidades también se puede dejar de ser espectador y pasar a ser intérprete, pero esa rebelión debe nacer de las políticas públicas”.
Ficha artística
Dirección: Exequiel Gómez
Intérpretes: Exequiel Gómez / Daniela Marini
Compositor Musical: Jose Miguel Candela
Asistente de Diseño y Producción Sonora: Antonia Valladares Diseñadora Integral: MatildeVarela Producción: Heny Roig Monge Fotografía y diseño gráfico: Rafael Edwards
Coordenadas
Reestreno: 22 septiembre Espacio Vitrina
Funciones: Viernes/ Sábado/ Domingo – 23 /24 /29 /30 septiembre / 01 octubre