“María Isabel”: inspirada y rítmica revisión crítica del Mir de los años ´70

Una nueva entrega de la directora Ana Luz Ormazabal es “María Isabel”, obra que está terminando su temporada en GAM y que recoge un cruce de maneras de hacer: es testimonial, post dramática y documental. Con dramaturgismo de Juan Pablo Troncoso, la pieza recoge la experiencia de la doctora María Isabel Matamala, exmilitante del MIR que estuvo detenida en Villa Grimaldi y Tres Álamos antes de ser expulsada a Suecia. Lo interesante es que el resultado no solo evidencia la crueldad de la dictadura con la izquierda, sino que realiza una lúcida crítica al MIR desde el punto de vista de su trato hacia las mujeres militantes. A todo eso se suma una puesta en escena rítmica, lúdica y muy bien interpretada, que toca a la audiencia.
En el centro está una encuesta realizada por María Teresa y otras compañeras, cuando estaban encerradas en Tres Álamos, sobre la conducta de los militantes frente a las mujeres y su trato discriminatorio en cuanto a responsabilidades (ellas siempre fueron consideradas subalternas), además de revelar otras actitudes machistas.
Lamentablemente, aunque las detenidas se esforzaron en sacar los resultados de la encuesta escribiéndolos en una delicada tela, que luego cosieron dentro del forro de un abrigo, estos nunca llegaron a las cúpulas. Dos veces se perdieron “misteriosamente”. Ana Luz Ormazabal y compañía no entregan las conclusiones a que llegaron las miristas, pero claramente estas era “peligrosas” para la dirigencia.
También la obra realiza un comentario a la escasa preparación de los militantes en los temas lucha armada y estrategia, enfatizando cierta ingenuidad y falta de sentido de la realidad.
La propuesta pone a la protagonista en la piel de todo el elenco. Camila González, Marcela Salinas, Mariela Mignot y Esteban Cerda se lucen haciendo una María Teresa coral, desde la particularidad de sus cuerpos y voces, lo que permite expandir su experiencia a la de muchas mujeres como ella. En esa época, y también en otras. Acertada decisión de la directora.
Música y canto dan la partida a la acción, en la espléndida voz de Camila González. Luego se suceden las escenas rítmicamente, con un tecladista casi invisible en el fondo, en un escenario despojado donde son los cuerpos los que construyen espacios y perspectivas.
En este punto destaca el diseño integral de Manuel Morgado, quien creó una especie de megáfonos blancos que salpican el espacio negro, dando vida a una atmósfera limpia, elegante y minimalista. La ropa es al estilo de los años 70, bastante neutral en colorido y líneas lo que permite cierta homogeneidad en el elenco.
José Manuel Gatica compuso la música que acompaña el desarrollo de la trama, aportando a la fluidez y la organicidad del conjunto.
“María Isabel” es una obra aguda, que trabaja la memoria con un sentido crítico inapelable pero que no recurre a emociones desbordadas. El destape de ciertas verdades incómodas sucede con ritmo y lucidez. Una idea jugada y una puesta en escena redonda.

Coordenadas
GAM
21 y 22 de septiembre 20.30 h
$8.000 Gral.