Londres, 1901. En la casa de los Manningham suceden extraños acontecimientos que tienen a Bella confundida e inquieta. Escucha pasos en la noche, cree ver cosas que se mueven solas y las luces se apagan sin necesidad de tocarlas. Su marido, en tanto, se escabulle todo el tiempo. Bella cree estar perdiendo la cabeza.
A casi un siglo de su estreno, las dramaturgas canadienses Johnna Wright y Patty Jamieson revisitan el clásico thriller psicológico de Patrick Hamilton en su adaptación de “Gaslight” (2023), y vuelvieron a sumergirse en las turbias aguas de la manipulación y la venganza. La versión nacional, dirigida por Bárbara Ruiz Tagle, debutará el 8 de noviembre en el Teatro Zoco.
Estrenada originalmente en 1938 en Broadway, con Vincent Price en el papel del señor Manningham, la obra fue llevada al cine en 1941 en una aclamada adaptación dirigida por George Cukor y protagonizada por Ingrid Bergman, quien ganó un Oscar por su interpretación. Esta producción se sumó a otra exitosa versión de 1944, en la que Angela Lansbury debutó en el cine como la criada Nancy.
El texto de Hamilton –también autor de “La soga”– es considerado un clásico del teatro británico del siglo XX y se remonta cada tanto en algunas de las principales plazas teatrales del mundo y países como Estados Unidos, España y Argentina. Su mayor legado, sin embargo, trasciende al escenario: la obra introdujo el término del “gaslighting”, que ha sido adoptado por la psicología moderna para describir “la forma más sutil del abuso emocional”, en la que alguien busca sembrar dudas en otra persona sobre su propia memoria y percepción.
Actualmente, es considerado un concepto fundamental en las discusiones sobre relaciones tóxicas y violencia de género, y es empleado a menudo por feministas y expertos en salud mental para describir y visibilizar dinámicas de control coercitivo en diversas relaciones. El texto de Hamilton es atravesado por esta nueva óptica en la producción de “Gaslight”, que cerrará la temporada teatral de 2024 del Centro para las Artes Zoco.
Si bien en “La trampa” se mantendrá la época y el contexto original en que se desarrolla la obra, el texto “es capaz de trascender y volverse atemporal. Eso lo convierte en un clásico”, comenta la actriz y directora Bárbara Ruiz–Tagle (“Mi hijo solo camina un poco más lento”, “Como si pasara un tren”).
“A pesar de haber sido escrito hace casi un siglo, la obra generará una conexión emocional con el espectador, ya que presenta escenas que todos quienes hemos estado en situaciones incómodas y frágiles en relaciones quisiéramos haber tenido la valentía de enfrentar. Lo interesante es intentar comprender la complejidad humana y por qué no nos alejamos de esos lugares. No se trata solo entonces de preguntarnos ‘¿por qué la protagonista no se aleja de una relación manipuladora?’. Es más profundo: intentamos desentrañar qué daño personal la lleva a permanecer donde se siente vulnerable”, concluye.
Fucha artística
Basada en “Gaslight” de Patrick Hamilton
Ficha artística
Adaptación de Johnna Wright y Patty Jamieson.
Dirección: Bárbara Ruiz Tagle
Elenco: Lucy Cominetti, César Sepúlveda, Elisa Vallejos y Camila Oliva.
Diseño de escenografía y vestuario: Gabriela Torrejón
Diseño de iluminación: Andrés Poirot
Universo sonoro: Alejandro Miranda
Asistencia de dirección: Ángeles Rivero
Realización escenográfica: Fernando Quiroga
Coordenadas
Temporada: 8 de noviembre al 15 de diciembre
Funciones: jueves a sábado a las 20 horas, domingo 19 horas
Dónde: Centro para las Artes Zoco (Avenida La Dehesa 1500, Lo Barnechea)
Estacionamiento liberado.
Más información en el sitio web del Centro para las Artes Zoco.