Una parodia de lo real o una tragicomedia, para reír sin parar y además aprovechar de repasar la historia de nuestros controversiales próceres José Miguel Carrera y Bernardo O’Higgins, eso es “Carrera”, obra que conmemora los 25 años de la aclamada compañía Tryo Teatro Banda. Una coproducción con el Teatro Finis Terrae, financiado por el Ministerio de Cultura, las Artes y el Patrimonio
Como nadie sabe hacerlo mejor que ellos, el teatro, la música (instrumentos en escena y canciones), la comedia y los objetos, se entrelazan en una magnífica dramaturgia llena de detalles: simbolismos con guiños a la actualidad en sus frases, acciones que nos evocan parecidos al presente y la cuota de humor infaltable en sus montajes.
La compañía ha revisado a varios personajes de nuestra historia y hoy es el turno de Carrera, representado por el conocido director Sebastián Vila, invitado por la compañía a encarnarlo y con quien además tiene parentesco por su familia política. Francisco Sánchez, director y creador de Tryo Teatro Banda, es el encargado de interpretar a todos los otros personajes en un trabajo vertiginoso con un gran virtuosismo actoral y por qué no decirlo, agotador. O’Higgins, Mercedes Fontecilla, San Martín, sus hermanos, son solo algunos de los casi 13 interlocutores con quien Carrera se relaciona en escena. José Miguel y Bernardo nos dejan ver a dos tipos actuales, comunes y corrientes, zorrones, quizás motoqueros, pero con esa mentalidad de la época de la Conquista, buscando tener poder a toda costa.
Sánchez y Vila, amigos desde los 5 años, comienzan un trabajo de investigación histórica en 2020, plena pandemia, sumergiéndose en los textos de “Historia General de Chile”, de Diego Barros Arana, y otros textos como “Carrera, el húsar desdichado”, de Carlos Monge. Aquí encuentran que Barros Arana miente en varios hechos con respecto a Carrera y su familia, porque la familia del historiador tiene problemas con tierras de la familia del húsar, por tanto la escritura está atravesada por intereses políticos además de históricos.
María Clara Valle, la cellista, es quien musicaliza toda la obra y apoya actoralmente la puesta en escena con algunas intervenciones.
Al entrar a la sala, vemos el escenario lleno de objetos, instrumentos, un par de micrófonos, una tela roja sobre otra blanca, introducción que nos informa que habrá gran movimiento escénico. No nos equivocamos, porque transcurrida la obra entran aún más objetos e instrumentos musicales que no son utilizados en su lógica -para ser tocados sonoramente- sino que se transforman según la historia lo pide.
Volviendo a la dramaturgia, es un texto tan rico en su historia que no aburre, al contrario, nos lleva por un viaje entretenido con un lenguaje contemporáneo, lúdico y que nos hace reír por sus relatos, trayéndonos al presente a ratos, haciendo comparaciones de hechos clásicos con la actualidad. La idea también es resarcir esta imagen de Carrera, que aunque amante del poder, impulsa la independencia concreta de nuestro país y le preocupa el bienestar de su familia, argumentos importantes para Tryo Teatro
Llama la atención que siendo una compañía tan grande y de destacados exponentes en su desempeño, con solo dos -o más bien un integrante y un invitado-, hayan decidido crear esta obra. Pues bien, según Sánchez, su director, se lo plantean como un desafío, poner el vértigo en primera línea para contar una historia compleja, que queda plasmado en el escenario con un montaje hasta cansador en lo visual pero que cumple todas las expectativas del público que, como es habitual, los aplaude hasta el cansancio.