Del 11 al 20 de Abril se presentó en Centro GAM el décimo trabajo de la compañia brasileña Tercer Abstracto dirigida por David Atencio. Un espectáculo diseñado para hacerte pensar, reflexionar y especular sobre diferentes elementos que rodean la idea de la figura humana.
Por una parte, los actores braileños hacían del trabajo una diversidad grupal interesante, debido al titulo, las expectativas de que era un trabajo corporal era inminente. Y así lo fue, Atencio a través de una disección o taxonomía basado en este concepto de lo humano como figura, divide el espectaculo en sus componentes que lo integran, para componer una pieza separada en secciones, como si un animal en la carnicería fuera separado en cuerpo, organos y pieles en frente del que lo compra. Con meticulosidad las el espectáculo divide, en espacio, cuerpo, objetos, tiempo, entre otras caracteristicas de lo humano, y se va configurando hasta volverse a hacer una red interconectada.
La pieza es muy inductiva en su forma de composición desmembrada, donde separa incluso la voz del texto significativo y el movimiento. Vemos un detallado intento en lograr generar como si las imagenes, el texto y el cuerpo pudieran existir por separado, aunque cada uno ya es sonoridad y encarnamiento por si mismos. La vidualidad presentada es simple y efectiva a modo de laboratorio de ideas que son presentadas, desde mi punto de vista, como un formato de “performance lecture”.
Es así que el espectáculo de Atencio se divide en dos grandes secciones, una fase de estudio de cada uno de los elementos y una segunda fase en donde el espectáculo se entreteje en una interconexión de elementos ya expuestos, a modo de paradoja en donde los elementos fueron diseccionados en una cátedra de anatomia
La estructura narrativa está seccionada por apagones que permiten ir abriendo y cerrando estructuras de contenido, es una progresión donde cada concepto se va adhiriendo al anterior, donde“tiempo”, “objetos” y “cuerpo” que nombrados y titulados en escena de esta manera, fueron desarrollados por separado, pero vemos se van acumulando, es una composición acumulativa y la puesta en escena se compone como un sistema de variables y probabilidades. Esta primera seccion de clasificaciones culmina cuando el texto abandona la escena y der paso a los cuerpos, se transformaba en un sistema que se iba complejizando hacia una posible puesta en escena del caos, una cuántica del cuerpo social ordenado por la lucha, la rebeldía y la resistencia. Es esta segunda parte del espectáculo que estos los objetivos de la acción operan en escena como una irrupción, en donde los cuerpos se transforman en radicales rebeldes, esos cuerpos que hacen relación de significado directa con los de una protesta. Todo en un loop de un paisaje sonoro de musica de sintetizadores intervenido por fragmentos de canciones meláncolicas e himnos operáticos, inclusive.
Es interesante ver en escena como el texto que aparece desde un epistemología convencional, en donde la palabra narrada va significando cada imagen propuesta por los cuerpos de los actores y sus exponenciales, se transforma a una narrativa visual subrayadas por una música, iluminación y el espacio vacio. Luego vemos como esa hermeneutica de la palabra se transforma en en una puesta en escena se expandea una narrativas afectadas, por sistemas de control escéncio o composición, es ahí en donde vemos a Atencio como el orquestador de estos significados organizados en las narrativas del cuerpo. Como si el espectáculo comenzara con esa voz en off hablando de un humano perfecto, como en el cortometraje Jørgen Leth “The perfect human”, pasando por la composición escénica de los diferentes planos del espacio que podemos revisar en el trabajo de Schellemer El Ballet Triádico, saltando en la historia a lo que entendemos hoy por esa lineas y planos marcados en el espacio usados por Herbert Jonckers y Griffero desde los 80s, traducido a video y al libro como la dramatugia del espacio, para aterrizar finalmente en este vuelo escénico de figuras posadas en diferentes planos narrativos que nos referencian trabajos como el de la coreografía francesoa Marin Magun “Los aplausos no se comen” que también tenía una connotacion politica sobre el acceso, la marginalidad y la violencia social, todos elementos que también encontramos en “Figura humana”. Por ultimo, el uso de objetos cotidianos que entran y salen para significarse y resignificarse una y otra vez; baldes, banderas, baños de coina, sartenes, ropas cotidianas, entre otros, habitan y abandonan el espacio constantemente como si quisieran dar vida o animar esa naturaleza muerta de lo vivo: el cuerpo humano posando una revolución francesa, una revolución pinguina, una revolución bolivariana, del che, del estallido, de lo que está por venir.
Es en una segunda parte y final del trabajo en donde vemos como se desarolla esta idea de “masa silenciada”, que grita con banderas en alto, con cuerpos tirados, con sirenas sordas, con cuerpos alienados exigiendo mensajes que no se alcanzan a escuchar, vemos como todas estos elementos se cruzan e interconectan para dejar paso a una gran especulación sobre el concepto de la figura, inmersa en un universo de variables y radicales libres, en un espacio escénico de cuerpos orquestados por la lucha, la resistencia de los cuerpos en una sudamerica capitalista y llena de injusticias. Batallas que el cuerpo y las personas como colectivos camunan en una manifestación y figuran como seguir resistiendo.
Ficha artística
Director y dramaturgo: David Atencio Herrera | Dramaturgista y performer: Mateus Fávero Martins | Asistente de dirección y composición color: Heloisa Sousa | Performers: Felipe Rocha, Marô Zamaro, Isabel Monteiro, Daniel Pires, Eduardo Rosa, Camila Soufer, Marina Meyer | Composición musical: Emilie Becker | Producción (Brasil): Ariane Cuminale | Producción (Chile): Bárbara Donoso | Vestuario: John Álvarez Esparza | Proyecto sonoro: Pablo Serey Zúñiga | Técnica de iluminación: Nicolás Russi | Coproducción internacional GAM