Solo ocho funciones de “Y escaparon del peso de la oscuridad” contempla la temporada en Santiago la compañía Escénica en Movimiento, de la ciudad de Concepción, antes de emprender rumbo a España. Este trabajo de danza contemporánea es del coreógrafo danés Thomas Bertin y, se presenta en el Centro Cultural GAM hasta el 1 de septiembre.
Asistimos a la función de estreno del jueves 22 de agosto. A pesar de que no estuvo con las butacas llenas, los aplausos finales demostraron que la pieza tuvo una buena acogida y que, en las sucesivas presentaciones, el panorama debiera cambiar para hacer justicia al trabajo desplegado por la compañía penquista, que no es primera vez que se presenta en la capital.
Vivimos en una sociedad hiper conectada, en medio de una vorágine de información, pero en el plano humano cada vez nos sentirnos más ermitaños o desconectados con el otro. Funcionamos en masa y actuamos como manadas de seres autómatas dedicados a nuestras labores, sin dejar espacio a lo más básico de nuestra existencia como es el juego, la relación del tú y tú.
Cuánto cuesta comunicarse con el otro. Tal vez debiéramos olvidar por algunos minutos que somos adultos y volver aprender a jugar como niños; esta parece que fuera la invitación que nos hace Bertin.
El trabajo coreográfico está bien ejecutado por excelentes bailarines como son Darwin Elso, Bárbara Bañados, Cristóbal Santa María y María José Bretti, prueba clara de que en regiones también se hace danza de primer nivel. Ellos se mostraron entregados, dinámicos, coordinados y con un buen manejo escénico.
La obra, además, cuenta con una acertada iluminación de Mauricio Campos / Daniel Espinosa, que logra provocar dinamismo y acentuar cada instancia de protagonismo de los intérpretes, junto a un apropiado vestuario de Nessagara. El diseño sonoro de José Jiménez destaca la transformación de lo rígido a lo lúdico, en forma entretenida y fluida.
En los minutos finales una voz en off nos habla y nos dice: ¿De qué se ríen? ¿Cuánto falta para que termine? ¿Qué pasa si no entiendo nada?, y otros pensamientos que muy probable sean los que corren en la cabeza del espectador de danza contemporánea. En primera instancia parecen estar demás, pero si pensamos que muchas de las razones porque el público no va a ver danza de este tipo es por esas mismas interrogantes – debido a nuestra necesidad innata de buscar y encontrar respuestas a todo- entonces cobran sentido. Al final, no es necesario completar estas preguntas, lo importante es que la obra provoque impresiones, sentimientos y esta pieza consigue ese objetivo.
En resumen, la obra tiene que ser vista, porque cumple a cabalidad con motivos para ser recomendada. Buenos intérpretes, un correcto trabajo coreográfico, atractivo diseño de iluminación y una excelente técnica.
Escrito por César Sepúlveda
Coordenadas
GAM
hasta el 1 de septiembre
Viernes a domingo 20.30 h.
$6.000 Gral., $3.000 Est., 3ed. y jueves de danza.