“La familia”: Cuando la virtualidad potencia la teatralidad

Una familia deshecha por un hecho catastrófico y fortuito, madre y padres separados buscando su camino, más un silencioso tercer personaje cuya mirada es la de los espectadores. El tema de “La familia”, adaptación de Marco Antonio de la Parra para su texto “La vida privada” -que ganó la V Muestra Nacional de Dramaturgia a fines de los 90´- es recurrente en la dramaturgia por su universalidad. Y, lo que resulta atractivo y novedoso en tiempos de zoom, es la dirección de Luis Ureta: utiliza la plataforma de manera creativa y sugerente, gracias a la complicidad con el diseñador Cristián Reyes, a cargo de la dirección técnica.

Paulina García interpreta a la madre y Francisco Melo al padre, con la solvencia e intensidad que los caracteriza. La pieza se divide en dos monólogos de madre y padre, y un remate a cargo de un frente a frente de ambos. Se trata de personajes solitarios, angustiados y neuróticos – él come y come peras, ella intenta suicidarse- intentando salir adelante luego de un marasmo que los remeció profundamente, cambiando sus vidas para siempre.

Ella es patética, tierna, débil. Él payasesco, ridículo, vulnerable.

El tercer personaje presta sus ojos al público, no habla, pero a poco andar se revela como parte fundamental del engranaje familiar.

En estos tiempos, donde la distancia social ha vaciado las salas de teatro, la pasión por las artes escénicas ha llevado al uso del zoom en vivo para suplir, en parte, la adrenalina que provoca el saber que ninguna función es igual a otra y que pueden suceder imprevistos en cada sesión. Claro, se trata de un sucedáneo. Muy pero muy descafeinado, hay que decirlo, pero que en situaciones como esta alimenta de deseo a espectadores y artistas, da trabajo e impide que las artes escénicas hibernen.

De a poco se ha ido perfeccionando el uso de la plataforma en su aspecto narrativo, hasta llegar a “La familia”, donde la virtualidad se vuelve sugerente, variada y parte del conflicto. Las locaciones son trabajadas y adquieren dimensiones significativas a través del punto de vista de la cámara del teléfono o el computador, estratégicamente ubicados. Las escaleras por las que la madre desciende, su baño lleno de espejos, la habitación austera del padre…hablan por sí mismas, entregando nuevas capas de lecturas.

En medio de los monólogos del padre y la madre surgen imágenes que cuentan, de manera sutil y poco evidente, la tragedia vivida por esta familia. Imágenes que, de pronto y por un click del texto, permiten que el espectador se haga cargo de lo sucedido. A eso se suman las imágenes en blanco y negro de los protagonistas, que se transforman en colores.
“La familia” es una buena amalgama entre innovación técnica, buenas actuaciones y una temática fundamental. Dolorosa, claro que sí, pero una buena invitación para alertar los sentidos de los espectadores.

Coordenadas
Hasta el 1 de agosto
jueves a sábado, 20 horas
Entrada única $ 4000 por Ticketplus.cl
+ info
https://www.ticketplus.cl/pt/events/la-familia