“Tango thriller”, obra que Marco Antonio de la Parra escribió especialmente para zoom, tiene varios puntos a su favor. Primero, su humor negro y revelador de las miserias humanas, que se desprende de las situaciones y de un texto construido sin complacencias. Segundo, la interpretación de dos actores de amplio registro e indiscutible solidez, como son Alejandro Trejo y Roberto Poblete. Tercero, la dirección de este último, que potencia el texto, su ritmo y sus capas, además de los matices interpretativos.
La trama es en apariencia sencilla. Dos hermanos sesentones -uno en Santiago de Chile y el otro en Buenos Aires- se reúnen por zoom para discutir la repartición de una cuantiosa herencia, luego de la muerte de su padre en medio de la cuarentena. Ambos llevan nombres de famosos cantantes de tango, por la afición al ritmo trasandino del progenitor. Carlitos (Poblete) es ordenado y metódico, y se ha preocupado siempre de cuidar a su padre y sus bienes, en tanto Huguito (Trejo) es un vividor que escapó a Buenos Aires y que tiene -siempre ha tenido- graves problemas económicos.
Entre ellos hay tensiones que se van desarrollando, y aclarando, a lo largo de la obra, que se estructura en dos actos y un epílogo. Huguito es un hombre vehemente y práctico, que solo aspira a tener luego en su poder la plata que le corresponde. Está apremiado, y no lo esconde. Carlitos es formal, contenido de palabra y actitud, y revela gran cansancio frente a ese hermano siempre apoyado económicamente por el difunto.
El padre les legó una gran cantidad de dinero, que solo será de ellos luego de cumplir una condición: que lo cremen y esparzan sus cenizas en la plaza Dorrego, en Buenos Aires. Los hermanos discuten, recuerdan sus discrepancias de juventud, volviendo amarga la conversación, al menos para uno de ellos. Se nota la carga del pasado, se intuyen heridas no cerradas pese al paso del tiempo. Rencores que aún pesan.
Hugo no quiere esperar, propone obviar la condición del testamento y le pide a Carlos que le lleve el dinero. Luego de dimes y diretes acuerdan un plan que parece cumplirse. Pero no todo es lo que parece y los espectadores descubren lo que hay detrás de todo con una sonrisa de sorpresa. Hay una vuelta de tuerca en la trama, que desnuda esa ambición tan humana de dejar de ser perdedores. Aunque sea por una vez.
Como director, Poblete se centra en los diálogos y su transcendencia en la relación filial que muestra la obra. En ese sentido, zoom es usado como una herramienta de comunicación, es la forma que tienen Carlitos y Huguito para zanjar el tema de la herencia. No hay audacias técnicas, pero si detalles: cambios de ángulo (en el acto 2), música introductoria (el inmortal tango “Por una cabeza”) y, lo que es muy interesante y subraya el subtexto de la historia -la carga de la relación- la musicalización de Mino Soto con acordes de reminiscencias tangueras. También hay un dejo a folletín, a melodrama antiguo.
“Tango thriller” dura una hora, algo más que la mayoría de las obras que se emiten vía zoom, que oscilan entre los 30 y los 50 minutos. Pero, como sabemos, el tiempo en el teatro es relativo y a muchos la obra se les pasará volando por su ágil ritmo, trama que roza lo delirante y las buenas actuaciones. (No es apropiado instalar como una ley cuánto deben extenderse las creaciones para plataformas digitales, porque, como en toda puesta, la duración depende de la fluidez de la articulación de los elementos que la componen).
COORDENADAS
Hasta el 3 de octubre
viernes y sábado 20.30 h (excepto 11, 18 y 19 de septiembre)
$4000 entrada única https://tv.ticketplus.cl/eventos/tango-thriller-teatro-finis-terrae