“Granada”, violencia de género en clave documental

Una voz en off narra las muchas posibilidades de la acción, que transcurre al aire libre en un espacio desolado. Se trata del rapto de Perséfone realizado por su tío Hades, tomando como referencia la fiesta de Las Tesmoforias donde las mujeres se reunían solas a honrar a la diosa Démeter. La obra es “Granada”, con dirección de Paula Aros Gho y texto de Nicolás Lange.

Con una distancia que permite al narrador hacer múltiples preguntas a los espectadores, “Granada” indaga en la violencia de género, en las complicidades de la sociedad patriarcal, en cómo afrontan las mujeres los hechos y en la naturalización de la experiencia. El título alude al método de anticoncepción que usaban las mujeres de la antigua Grecia (las semillas de esa fruta), como un elemento clave en el ejercicio de la soberanía sobre su propio cuerpo.

En una primera instancia se ve una mesa, ubicada en medio del campo -la obra fue grabada en Ovalle- donde interactúan Démeter (Marcela Salinas), Perséfone (Belén Herrera) y Zeus (un muñeco). A lo lejos se ve la sombra de Hades (Héctor Morales). Démeter sirve té, y la acción va y viene en el tiempo.

Luego, en medio de la fiesta solo de mujeres (hay bailes y alegría) la sombra de Hades nuevamente acecha al grupo y a Perséfone, que se aleja de todas.
Hay seducción, conquista, palabras. Y luego rapto y violación.

La voz de la narradora ofrece distintas posibilidades de los hechos, lo que obliga a los intérpretes a rebobinar y a rehacer sus acciones. Los personajes no hablan, su interpretación es muda, corporal y gestual.

La trama avanza en el mismo estilo, hasta que Démeter llega frente al Hades para rescatar a su hija, luego de un tiempo de angustiosa búsqueda, donde además se conecta con Baubo (mujer mítica que representa la vulva), con ella misma, con su intimidad femenina.
La narración en off, las versiones de los hechos que ofrece y las preguntas que hace, más el paisaje y la interpretación del elenco, permiten que los espectadores se conecten cada vez más intensamente en los sucesos relatados y las reflexiones propuestas.

Hay una interpelación permanente en la obra al pensamiento crítico del público, que analiza y repasa los hechos guiados por la narradora. La sensorialidad -mediada por la pantalla- se aloja en las imágenes, en el áspero paisaje, en los cuerpos instalados en él. No se persigue la emoción, claro está, sino la conciencia.

El tono general de la realización visual (de Deby Kauffmann) tiene un aire a Raúl Ruiz y en especial a “La recta provincia”, por esas tomas de paisajes abiertos, desoladas y poco acogedoras. También hay algo de documental, por la narración de una tercera persona mientras vemos imágenes de ciertos sucesos.

“Granada” es un ejercicio atractivo e interesante -que funciona muy bien vía digital- con una propuesta de contenido contingente y cautivadora, y una realización cuidada que toca sin duda a los espectadores de diferentes edades. La violencia patriarcal, tal como lo plantea la obra, no es nueva y la podemos leer en los mitos que originan nuestra sociedad occidental.

Ficha artística
Dirección: Paula Aros Gho
Dramaturgia: Nicolás Lange
Intérpretes: Belén Herrera, Héctor Morales y Marcela Salinas
Diseño Sonoro: Daniel Marabolí
Música: Deby Kaufmann
Diseño Visual: Gabriela Torrejón
Producción: Sergio Gilabert
Coproducción: Teatro Municipal de Ovalle y Fondart 2020.

Hasta el 30 de junio en Festival Santiago Off