De sueños no cumplidos

Como parte del Ciclo TEATRO NESCAFÉ ONLINE, el homónimo escenario de las artes presenta “Los días que te amé” de Natalia Grez, producida por Cultura Capital y protagonizada por Coca Guazzini, Josefina Fiebelkorn y Pedro Fontaine. Trasmisión grabada via streaming, por las plataformas del mismo teatro que se presentó durante todo junio.

Lluvia de fondo, una mesa, un florero, un mueble de cocina, unas sillas, un teléfono (con su ring) y una lámpara. Estas son las primeras imágenes y sonidos que dan inicio a “Los días que te Amé” en donde Laura, una destacada periodista interpretada por

Coca Guazzini, llega a este lugar con los preparativos para celebrar su cumpleaños número 65 que tendrá como invitados a su familia, sin embargo, estos no llegan por las malas condiciones climáticas.

De esta forma comienza un momento de soledad que el personaje agradece para tomarse un tiempo de reflexión y recuerdos.

Con los diferentes tiros de cámara pareciera en un principio que la forma de narración sería cinematográfica, pero con las imágenes de los ambientes sobre el escenario, queda claro que es un montaje simple y elegante.

Josefina Fiebelkorn representa a la misma Laura varios años antes. Entonces Coca recuerda los hechos y Josefina los desarrolla junto a Pedro Fontaine (Pedro), un escritor y poeta de quien Laura se enamora en una entrevista que le realiza en su casa.

El texto de la obra es simple, cercano, fácil de seguir por su romántica historia y reconocibles paisajes sonoros que entrelazan el texto de ambas actrices, pues Laura (Coca) aprovecha de grabar una suerte de memorias mientras recuerda a este antiguo amor.

Con luces cálidas, un sonido de lluvia contante y colores rojizos en sus visuales, nos llevan hacia la historia de estos personajes que hacen viajar al espectador a la memoria, a los recuerdos, a una época pasada llena de olores, colores y emociones. Sí, muchas emociones.

El casting de actores, bien logrado por lo demás, representa sin esfuerzo aparente a cada personaje, ya que sus textos fluyen orgánicamente y su energía emotiva traspasa la pantalla.

Un trabajo limpio y sutil de gran tecnología visual, con una perfecta combinación entre teatro y cine que nos conecta con el escenario cuando la cámara sube a éste y nos deja ver los detalles-objetos que desde nuestra silla no alcanzaríamos.