“El nudo”: lúcida radiografía de la contradicción

La acción sucede en un liceo mixto en La Unión, sur de Chile, y son muchos los personajes interpretados con talento por los cinco integrantes de la compañía: Bosco Cayo, Paulina Giglio, Cecilia Herrera, Jaime Leiva y Mónica Ríos. En el centro de los acontecimientos están la miss Silvanita, a cargo del taller feminista, y el profe Luis, que dirige el taller de nuevas masculinidades. Ellos intentan, con todas las buenas intenciones del mundo, cambiar paradigmas y derribar mitos, pero no pueden evitar la influencia de su propias contradicciones vitales -y generacionales-.

La miss es demasiado pro, demasiado top, demasiado correctamente feminista, incluso habla quechua. Sin embargo, llama a Julito -un adolescente trans- por su nombre de nacimiento, Edith. Sus discursos son más potentes que su accionar. Lo mismo pasa con Luis. Que lidera su taller con autoridad marcial y se reúne todas las tardes en el gimnasio con Julito, encuentros que resultan sospechosos para miss Silvana y otros personajes.
Además, por la obra transitan cuatro adultas mayores -una de ellas encargada del quiosco del liceo- que revelan que fueron violadas por el tutor del internado de niñas donde estudiaron. Este internado se ubicaba donde mismo se levanta el liceo. Ellas quieren denunciar, pero el responsable está muerto y el delito prescrito. Entonces solo les queda ingresar al taller feminista.

Otro personaje es la directora. Simpática, buena onda, promotora de los talleres y seguidora de la miss Silvanita. Pero, asustada por las acusaciones contra Luis, es capaz de exponer a Julito delante de todos sus compañeros.

También aparece César, padre de Julito, quien representa a una generación y a un sector social donde el abuso -de todo tipo- está normalizado. Sin embargo, este hombre rudo es capaz de apoyar a su hijo.

En medio de estos adultos atribulados están los alumnos y las alumnas, que nunca se ven en la obra, pero a quienes se dirigen los profes de los talleres y que se manifiestan, al final, cantando en quechua. Son una presencia poderosa, que permea toda la obra y -de alguna manera- resuenan como lo desconocido y lo no escuchado.
A través del humor, “El nudo” sumerge al público en una trama compleja y dolorosa, que habla de buenas intenciones, paradigmas enraizados casi en la biología, miedo, deseos de cambio, y las humanas contradicciones siempre presentes. Claro que la forma de encarnarlo, lejos del drama, hace que el aterrizaje sea amable y el saldo final impactante.
La estética también es un golpe, pero visual. Los cinco actores están vestidos en tonos de fucsia y rojo, colores muy acordes a los temas tratados, ya que fascinan y agobian a la vez, y hablan de fuego, de emociones que pugnan por hacerse presentes. Cuesta acostumbrarse al colorido, pero su vibración hace más urgente la trama (diseño de Felipe Olivares).
El escenario es despojado y la iluminación fundamental (ambas a cargo de Rodrigo Leal), ya que esta última crea atmósferas e intenciones. Lo mismo ocurre con el diseño sonoro (de Fernando Milagros), que resulta inspirador, que invita al baile tribal y que subraya las pulsiones que visibiliza la obra.

“El nudo” es una puesta en escena increíblemente lúcida, cuya materialidad responde ciento por ciento a su contenido. Su texto recoge lo que somos, generaciones adultas en transición que no sabemos muy bien hacia dónde vamos, pero que ansiamos promover los cambios. Una obra que recoge, expone y nos revela. Nada mejor que un espejo para reconocernos.

Escrito por Marietta Santi

Ficha artística
Dramaturgia: Isidora Stevenson y Bosco Cayo
Dirección: Aliocha de la Sotta
Elenco: Bosco Cayo, Paulina Giglio, Cecilia Herrera, Jaime Leiva y Mónica Ríos
Diseño de iluminación y escenografía: Rodrigo Leal
Diseño de vestuario: Felipe Olivares
Universo sonoro: Fernando Milagros
Voz rap: Catalina Cornejo Paillamil
Producción: Francesca Ceccotti
Asistencia de dirección: Sebastián Ibacache
Una coproducción GAM | Fotos: Jorge Sánchez.

Coordenadas
GAM
Hasta el 12 septiembre
sábados y domimgos, 17 y 19.30 h (11 Sep. con función a las 16 h)
Paga lo que quieras $3.000, $4.000, $5.000, $6.000