Teatro a Mil: monumental ópera danzada de Akram Khan explica demasiado

“El libro de la selva reimaginado”, firmado por el coreógrafo Akram Khan (1974), es una relectura del famoso libro de Rudyard Kipling y, además, una revisión de las formas: no es una pieza de danza en el sentido tradicional del concepto, tampoco se ubica en el terreno de la danza teatro. Se trata más bien de una inusual -y excesiva- ópera danzada, donde el material sonoro está conformado por diálogos en off, palabras escritas por Tarig Jordan sobre las que los bailarines ejecutan movimientos relacionados con el animal no humano que caracterizan y que se ubican en la danza contemporánea. Al cuerpo y los textos se suman majestuosas proyecciones en formato de animación (a cargo de YeastCulture), que muestran a otros animales y recrean el pasado.
El conjunto es impresionante e invita a la audiencia a sumergirse en esta nueva visión del cuento clásico, ideal para generaciones multitouch que pueden resistir un bombardeo de estímulos al unísono.
Dividida en dos actos, con intermedio, la producción se extiende por dos horas que cuentan la historia de esta Mowgly, una niña que con su familia huye de las devastadoras consecuencias del cambio climático (inundaciones, lluvias imparables, calor). En su fuga llega a una ciudad devastada y tomada por los animales, quienes deciden adoptarla cuando la pequeña se pierde de su grupo.
El oso Baloo, una especie de bailarín circense, y la pantera Bagheera se convierten en sus cuidadores, que la defienden de los depredadores y de quiénes la ven como un botín, los inefables monos Bandar-log.
De fondo hay un discurso conmovedor: los seres humanos hemos destruido a la naturaleza y si no nos reconectamos con ella, vamos hacia un final sin remedio. Por supuesto, también se ensalza el trabajo en equipo y la importancia de la comunidad para vivir mejor.
Diez eximios intérpretes conforman elenco, quienes dan cuenta del ecléctico estilo de Khan, que reúne danza contemporánea con la tradicional de la india (kathak), bailes urbanos y danza teatro, con una máxima de virtuosismo y precisión. La calidad de movimiento de Lucia Chocarro, Tom Davis-Dunn, Harry Theadora Foster, Thomasin Gülgeç, Max Revell, Matthew Sandiford, Pui Yung Shum, Fukiko Takase, Holly Vallis, Vanessa Vince-Pang, Jan Mikaela Villaneuva, Luke Watsones es de primer nivel, herramienta que les permite convertirse en panteras, lobos, monos y demases.
Gran parte de su trabajo es a ras de suelo, porque todos son cuadrúpedos. Destacan la plasticidad de la loba Raksba, Baloo y su pulso hip hop, y la absoluta compenetración del líder de los Bandar log.
Si bien el conjunto de elementos que forman “El libro de la selva reimaginado” es impresionante (danza, música, proyecciones, textos) hay elementos que pecan de excesivos, como los diálogos en off. Hay demasiadas explicaciones, sobre todo en el primer acto, que alargan la narración y agotan al público (en especial al que debe leer subtítulos). Es cierto que hay que situar a la audiencia en este nuevo “Libro de la selva”, pero ¿será necesario tanto detalle cuando hay tantas capas significantes? Estoy segura den que nadie se quedará fuera de la historia si hay alguna edición.
Se echa de menos más movimiento sin palabras, de ese que no necesita de subtítulos y se entiende en todos los idiomas. La segunda parte es más directa en ese sentido, entregando los momentos más sentidos del viaje.
Hay magia y virtuosismo, así como un fondo valórico que emociona, pero la insistencia en querer que la audiencia entienda todo a través de los textos impide que la obra cuaje. Imponente e impresionante, pero demasiado explicado.

fotos Ambra Vernuccio

Coordenadas
Hasta el 15 de enero
Teatro Municipal de Santiago
Valores entre $8000 y $6000 (revisar descuentos)

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